miércoles, 28 de noviembre de 2012

Buscando una señal

La princesa en una esquina del balcón real estaba "postea". Miraba al cielo, esperando una señal de una estrella fugaz. En la lejanía esperaba una señal de que el caballo de su padre lo traería de vuelta. Hacia semanas que buscaba la señal del color que debía esperar a su príncipe. Y para completar hacia dos horas que había perdido la señal del celular.

Sin perder de vista el cielo ni el camino, se quitó la tiara, el dolor de cabeza era señal de que le apretaba. Se abanicó el escote, el sudor era señal de que hacia calor aún "postea" en el balcón. Subió la mano al cielo, no había rayitas, señal de que seguía sin "señal". Se sacó las sandalias, el dolor en los juanetes era señal de que llevaba mucho rato "postea" en el balcón.

Se acercó a la baranda para ver si le llegaba más aire, se recostó del borde para sentir el fresco en el escote. Sintió un cabalgar a lo lejos, el celular sonó de momento. Cayó sentada entre el susto y el rocio que adornaba el suelo del balcón. Del dolor vio pajaritos de múltiples colores.

Sintió un relinchar, señal de que su padre había llegado, se iluminó el cielo, señal de que pasaba una estrella fugaz. Contestó adolorida el celular, señal de que le había llegado la "señal". Los pajaritos multicolor seguían rondando en su cabeza, señal de confusión. Todavía no era el momento de escoger un príncipe.

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