jueves, 28 de marzo de 2013

Rota

La pequeña princesa se despertó sobresaltada en medio de un cuarto oscuro, no muy de su gusto, considerando que le teme a la oscuridad. Esta empapada en sudor, agitada. Ni siquiera esta acostada, esta sentada rodeando sus rodillas con sus brazos, apretando los dientes y con la amargura goteándole por la comisura de la boca. Le corre una lágrima por la mejilla. Se siente rota.